Sin integración, tasa total de impuestos para los altos ingresos podría alcanzar casi el 50%
Aquello se deriva de aumentar de 35% a 40% la tasa máxima del Global Complementario y el 9,45% de sobretasa que se deriva de no acceder al 100% de crédito del impuesto corporativo.
El tema tributario fue parte relevante de los anuncios que realizó el presidente de la República, Sebastián Piñera, la noche del martes para intentar atenuar el descontento ciudadano. En su ponencia, el jefe de Estado anunció que se creará un nuevo tramo del Impuesto Global Complementario -que grava a las personas- de 40% para quienes perciban más de $ 8 millones al mes, medida que recaudará US$ 160 millones al año.
Si bien no se han conocido mayores detalles, entre los expertos tributarios genera inquietud la indefinición del Ministerio de Hacienda respecto a qué va a ocurrir con la reintegración del sistema. El ministro Felipe Larraín ha asegurado que más adelante será el momento para abordar el tema.
Algo que no es menor, ya que aumentar desde 35% a 40% la tasa máxima personal y mantener la semi integración (o sea, que solo se puede descontar en los impuestos personales el 65% de lo pagado en la empresa) puede implicar que la tributación final de una persona de altos ingresos y socio de una empresa sea de 49,45%. Esto se deriva de agregarle al 40% una sobretasa de 9,45% producto del impuesto corporativo que no puede utilizarse como crédito.
"Una tributación máxima sobre utilidades empresariales post-retiro de casi un 50% (asumiendo que se mantenga el sistema parcialmente integrado) es absolutamente desmedida y desproporcionada para un país como Chile", advierte Claudio Bustos, socio de Bustos Tax & Legal.
El socio de Tax & Legal de BDO, Cristián Vargas, asegura que hoy la tasa de 35% alcanza a rentas desde $ 5,9 millones mensuales en adelante. Junto con valorar la medida, señala que en caso de que no se integre 100% el sistema, se podría desintegrar: o sea, separar la tributación personal de la corporativa, "con tasas adecuadas de impuesto corporativo".
El socio de Recabarren & Asociados, Manuel Montero, aporta un dato adicional: de mantenerse el actual sistema y subir la tasa personal, el 49,45% solo afectaría a los contribuyentes chilenos, mientras que los extranjeros que han suscrito un tratado de doble tributación con Chile se mantendría en 35%, "lo que aumenta el incentivo para que a los capitales locales les sea mucho más rentable invertir en el extranjero".
El director del Grupo Tributario de AZ, Camilo Béjar, considera que el Ejecutivo debiera "replantear por completo" el proyecto: "Un sistema tributario moderno debiera necesariamente evaluar la desintegración, con una baja razonable del impuesto corporativo y tasas mayores de impuestos personales".
El académico de la UAI y socio de Bruzzone & González, Francisco Saffie, asegura que considerar como un avance o no la nueva tasa personal "dependerá de si el gobierno decide continuar o abandonar la idea de volver a integrar el sistema tributario. En caso que se integre, solo gravará las rentas de los trabajadores de más altos ingresos pero no necesariamente el capital".
Lo que faltó
El socio líder del Área Legal y Tributaria de Mazars Chile, Rodrigo Hernández, valora el incremento a 40% del Global Complementario y espera que se apruebe con la integración del sistema. Sin embargo, plantea que "tal vez hay espacios que aún debieran explorarse, como el establecimiento de un impuesto transitorio a los altos patrimonios, que permita a estos contribuyentes participar de manera directa en el financiamiento de los necesidades sociales".
El economista Bernardo Fontaine manifiesta que esperaba un anuncio de reducción del impuesto corporativo a un 25%, lo que se podría conjugar con el aumento a 40% del impuesto personal y, en caso de haber disposición política, integrar el sistema.
Alex Fischer, socio de Baraona Fischer & Cia, enfatiza que "dada la situación actual del país, esperaba anuncios tributarios más audaces". Mientras que Boris León, líder de Auditoría Tributaria de la misma firma, plantea que "sería el momento de pensar en desintegrar definitivamente el sistema tributario chileno, lo cual podría ayudar a bajar la tasa de impuesto que afecta a las PYME y así fomentar la inversión".
El socio de Tax & Legal de Deloitte, Hugo Hurtado, considera que el aumento de la tasa personal es una "clara señal, pero no queda claro si el aumento de esa tasa irá aparejado a una renuncia a la idea de integrar los sistemas". Complementa que el nuevo escenario "puede ser una buena oportunidad para formar una comisión transversal técnica, formada por académicos, profesionales, SII, miembros de los Tribunales Tributarios, entre otros, que contemple un sistema que permita alcanzar cuatro pilares: simpleza, justicia redistributiva, fomento a la inversión y apoyo a las PYMES".
El socio de Tax Advisors, Christian Blanche, coincide en que "el problema es que si sube al 40% la tasa y no integran el sistema, se termina pagando un 49,45%, lo que es un exceso"