Tener un producto que responda a una necesidad real y no resistirse al cambio son reglas de oro.
Todos los que comienzan un nuevo negocio necesitan, al menos, un poco de apoyo. Consejos sobre financiamiento, cómo organizarse o, incluso, dónde buscar más información que los ayude a resolver sus dudas.
Según la estadounidense Jessica Livingston, cofundadora de la aceleradora de Startups Y Corporation, que entregó en su conferencia Female Founders Conference (Conferencia de Mujeres Fundadoras), dedicada especialmente a las mujeres empresarias:
1. Crea algo que satisfaga una necesidad real
“Nada de lo que hagas servirá si tu producto no es algo que la gente necesite”, dice la experta, y esto significa que, aunque seas el mejor vendedor del mundo, es difícil surgir con un negocio que vende productos que no tienen un público objetivo real.
Por eso, antes de partir con tu proyecto debes identificar una necesidad en el mercado y ver si puedes satisfacerla con tu servicio o producto. De acuerdo a Livingston, una buena idea es pensar en alguna necesidad personal, lo que te hará parte del público objetivo y así tendrás una mejor visión de lo que podrías ofrecer.
2. No tengas miedo de cambiar tu idea
Si en el proceso de crear tu producto ves que puedes cambiar algo para mejorarlo, no dudes en hacerlo. “La mayoría de las buenas ideas evolucionan”, declara Jessica, y pone el ejemplo de Airbnb, que partió ofreciendo un espacio para dormir en el suelo para gente que iba a conferencias, luego se amplió a cualquier persona, después se enfocó en ofrecer piezas y ahora incluye en su oferta casas y departamentos completos.
Para esto, aconseja, tienes que basarte en lo que comentan tus usuarios y primeros clientes, que son tu mejor guía.
3. Enfócate en lo importante
De acuerdo a la experta en emprendimiento, “los mejores fundadores de negocios son los que se enfocan en su proyecto”.
Esto se refiere a dirigir el tiempo y los esfuerzos en poner en marcha el negocio, evitando las acciones que no se enfoquen directamente a crearlo, como ir a reuniones con potenciales inversionistas, asociaciones, relaciones públicas, etc. Ese es un trabajo que tiene que venir después de establecer el proyecto, o que se debe encargar a otra persona.
4. Mide tu crecimiento
“Si puedes seguir los consejos anteriores, tu negocio debería crecer”, postula Livingston, especificando que una buena tasa de crecimiento para un negocio que comienza es de 10% al mes.
Si puedes medir un crecimiento en ese rango, puedes trabajar tranquilo, sabiendo que lo estás haciendo bien. Y si no, significa que hay algo que debes mejorar.
5. Mantén los gastos en el mínimo
En muchos casos los nuevos negocios fracasan porque se quedan sin dinero. Y de acuerdo a la experiencia de Jessica, eso pasa, en muchos casos, porque se contrata más gente de la que se necesita realmente. El problema de esto es que “te da un margen muy pequeño para error, ya que tienes que tener dinero asegurado para los sueldos y no alcanza para las contingencias”, explica.
Por eso, el consejo de la aceleradora de negocios es que, una vez que reúnas dinero para tu proyecto, seas muy conservador en cuanto a la forma en que lo gastes. “Si hay algo que se puede prever en un negocio, es que habrá imprevistos”, afirma.
